Una buena preparación física es el primer
paso para que un equipo realice de forma correcta y coordinada su ataque y defensa. Antes de jugar este deporte es necesario el visto bueno médico mediante varias pruebas para que nos cerciore un mejor rendimiento durente los entrenamientos sin que existan problemas de salud que nos lo impida.
La preparación física le proporciona al
jugador la energía necesarias para realizar
las funciones técnicas y tácticas requeridas por el baloncesto. El
acondicionamiento físico se dirige principalmente al desarrollo de
dos sistemas: el sistema músculo-esquelético y el sistema
cardio-vascular (equilibrio entre el sistema nervioso central, el
somático y el vegetativo).
Dado que el baloncesto se caracteriza por un
juego con esfuerzos y acciones discontínuas, se
dirige la preparación física en el sentido que el deportista
funcione bajo esa condición, entrenándose principalmente a base de
repeticiones que le proporcionan resistencia a la velocidad
requerida.
La resistencia a la velocidad se logra en
base a ejercicios de resistencia de esfuerzos muy grandes e el mayor tiempo posible. Al jugador se le acondiciona para que logre
la recuperación de energías entre el período de trabajo y de
descanso.
Mediante la preparación física especial se
desarrollan los hábitos motores y las cualidades de cada jugador.
El baloncesto es un deporte que nos ayuda a la sincronización
de los movimientos, el dominio de la pelota, el salto, uso de las
yemas, el equilibrio del cuerpo etc., por lo cual muchos
entrenadores utilizan la práctica de este deporte dentro de sus
rutinas de preparación.
El jugador de baloncesto debe trabajar
fundamentalmente:
1. Fuerza.
2. Velocidad.
3. Resistencia.
4. Habilidad.
5. Agilidad.